Vencer al secesionismo

29 - 04 - 2017 / SERGIO FIDALGO - LA RAZÓN

Jordi Pujol primero, y sus herederos repartidos por casi todo el arco parlamentario catalán después, se han dedicado a lo que ellos llaman «construcción nacional». Llevan cerca de cuarenta años saqueando las arcas públicas para consolidar un proyecto excluyente, que aparta a la mayoría de los catalanes. Han creado una Cataluña oficial que poco tiene que ver con la real, y para ello han desarrollado un potente aparato de propaganda.

Los medios secesionistas, y los que lo apoyan a cambio del apoyo económico de las administraciones públicas controladas por el separatismo ignoran a la mayoría de los catalanes. A todos aquellos que en todas las elecciones generales apuestan mayoritariamente por aquellos partidos que creen en España. En una España monárquica. O republicana. O jacobina. O federal. O autonómica. O laica. O confesional. O liberal. O social-demócrata. O socialista. O conservadora. O centrista. Pero que se sienten españoles y contribuyen a su progreso.

De ahí que al separatismo gubernamental le importe bien poco que la cámara autonómica haya reprobado al recién nombrado director deTV3, Vicent Sanchis. Tanto ERC como el PDeCAT consideran que los medios públicos son meras herramientas de propaganda, y no van a dar ni un paso atrás. No respetan a los millones de catalanes que cada día se sienten ofendidos por la línea editorial de la radio y la televisión de la Generalitat. El único cambio posible pasa por desalojarlos del poder ganándoles las elecciones.

Por eso es imprescindible ayudar a construir una alternativa que garantice que las administraciones catalanas colaboren con las del resto de España para que nuestro país progrese. Y no como hasta ahora, en el que el «España nos roba» se alterna con el «los andaluces o los extremeños se llevan nuestros impuestos». Solidaridad y no egoísmo. Igualdad y no supremacismo. Afecto y no odio.

Los defensores del constitucionalismo en Cataluña tenemos una doble misión: ser la voz de los que el secesionismo intenta acallar, tanto para que se nos escuche en nuestra comunidad, como en todo el territorio nacional. La Cataluña resistente y leal ha de dotarse de sus propios mecanismos de defensa frente a la propaganda del pensamiento único separatista. Pero, con el apoyo de nuestros compatriotas del resto de España, ganaremos