Terrorismo y democracia en Barcelona

05 - 11 - 2017 / BLOG “UN ORIENTE TAN PRÓXIMO” DE LE MONDE

Terrorismo y democracia en Barcelona

(Traducción automática, no revisada. Texto original en francés.)

Las lecciones de los ataques terroristas del 17 de agosto de 2017 no deben olvidarse en un momento en que Cataluña enfrenta uno de sus mayores desafíos democráticos.

A principios de noviembre de 2017, ninguna señal recuerda la tragedia Ramblas de Barcelona que les desconsolaba 17 de agosto: Un coche se lanzó a la multitud por un yihadista que entonces se mató a 14 personas, dos que luego asesinados en Barcelona y en el balneario de Cambrils (todos los miembros del comando terrorista fueron rápidamente asesinados o neutralizados). Es como si esta pesadilla de verano nunca hubiera existido.

¿UN PARÉNTESIS VUELTO A CERRAR?

Diez semanas después del ataque, y nada permanece erecto de forma espontánea memoriales para las víctimas, ya sea en la entrada de las Ramblas, donde el vehículo asesino se había reventado, o en el Liceu, donde el automóvil había detenido su curso loco, seiscientos metros más abajo. Los oficiales de policía de turno me aseguran que los testimonios de solidaridad se han reunido para ser presentados cuando llegue el momento en un museo.

Aún más preocupante es la ausencia de cualquier almohadilla protectora en la entrada de las Ramblas, una medida que el Ayuntamiento de Barcelona ya se había negado a aplicar –antes– del atentado para preservar el sello proverbial de "apertura" de su ciudad. Como los vehículos de la policía no están permanentemente estacionados, el acceso a las Ramblas sigue siendo potencialmente posible para un futuro ram-car. Se recordará que el terrorista 17 de agosto se había recurrido a este procedimiento debido a la destrucción accidental de los explosivos celular stock yihadista que se había acumulado para golpear un objetivo sigue siendo desconocido hasta la fecha, pero de gran importancia.

LA NEGACIÓN DE LA REALIDAD INDEPENDENTISTA

Es cierto que la emoción provocada por la tragedia del 17 de agosto se vio rápidamente abrumada por el alcance de la crisis de independencia. Nadie ha cuestionado seriamente las disfunciones en la cooperación entre la Guardia Civil española y los Esquadra Mossos catalanes, disfunciones que solo podrían favorecer el establecimiento y planificación de la célula yihadista. Por otro lado, hemos notado la distinción nauseabunda entre víctimas "catalanas" y "extranjeras" que las fuentes independentistas intentaron acreditar tras el ataque.

Más grave aún fue la afrenta al Rey de España por silbidos y lazos durante el homenaje a las víctimas en el que participó en Barcelona el 26 de agosto. Una cierta izquierda no teme la amalgama acusando al soberano de ser cómplice de los terroristas debido a sus lazos con las monarquías del Golfo. En términos más generales, la opinión difundida entre muchos separatistas fue que una Cataluña independiente se habría salvado de un terrorismo que básicamente era solo sobre España. Es en nombre de este mismo razonamiento que el ERC (Izquierda Republicana de Cataluña) ya había negociado en 2004 una suspensión de los ataques de la organización vasca ETA limitada solo a Cataluña.

CATALUÑA TAN AMENAZADA COMO ESPAÑA

Es decir que el ataque del 17 de agosto, lejos de llevar a los catalanes a otros españoles, ha ampliado aún más las fracturas que se han vivido el 1 de octubre por la organización unilateral de un referéndum por parte de los separatistas. Los Mossos d'Esquadra, cuya profesionalidad era perceptible frente a los yihadistas, sin embargo fracasaron en su misión por su pasividad en el día del referéndum. Su líder ha cedido el paso a su diputado como parte de la toma de posesión de Cataluña por parte del poder central, tras la proclamación de la "República Catalana" por parte del Parlamento local.

Barcelona, ??largamente atravesada por las procesiones de "pro" y "anti", ya que vive en una paradoja entre-dos. La administración pública catalana está ahora bajo la autoridad de Madrid, sin ningún caso notable de insubordinación. El parlamento regional se ha disuelto y se convocan nuevas elecciones para el 21 de diciembre. El gobierno de Rajoy celebra el éxito aparente de su golpe, cuando los separatistas se movilizan para ganar las próximas elecciones, una mayoría que predice todas las encuestas. Todos creen que han ganado a corto o mediano plazo, rechazando los argumentos de la otra antes de escucharlos.

No se equivoquen: todos y cada uno de nosotros tenemos el deber de salir de su negación de la realidad. Los separatistas no pueden pretender vivir en una Cataluña fantástica que sería preservada del choque del mundo por su única virtud. Los constitucionalistas no pueden engañarse acerca de la apariencia de normalidad que prevalece hoy en Cataluña. La respuesta popular después del 17 de agosto, sintetizada por el lema "No tinc por", no puede tomar el lugar de la política. Las históricas elecciones del 21 de diciembre deberían permitir finalmente a Cataluña debatir formas de afrontar el desafío de una amenaza

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