Asociación por la Tolerancia
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El valor de la ...

CIUDADANÍA

Boletín nº 33                     Abril-Mayo 2006               (2ª época)

Índice

  1. Opinión: La España que queremos
  2. Los socios opinan
    1. La lengua del poder nunca puede ser minoritaria
    2. La búsqueda del rigor histórico
    3. "Madrileñización"
  3. Rincón impertinente
    1. Pederastia lingüística
    2. Leña al porno... y al mono
    3. Distintos en igualdades
  4. Breves
  5. Convocatoria

La España que queremos

Hace casi dos años, nuestra asociación elaboró un borrador, que había de servir, previa discusión, como documento base para un encuentro cívico que patrocinaba e impulsaba la Fundación para la Libertad. Estábamos alarmados por la pusilanimidad del Gobierno ante la embestida nacionalista y creímos conveniente, desde nuestro movimiento cívico, dibujar una España positiva y cohesionada que sirviera como contrapunto a la desvaída que perseguían ciertas Autonomías, para beneficio exclusivo, a nuestro juicio, de la clase política. Dada la deriva estatutaria actual, esa España se aleja a marchas forzadas. Por ello, hemos querido atraparla para nuestros asociados, para que entre todos podamos mejorar nuestro argumentario.

BORRADOR PARA DOCUMENTO BASE.- (3-09-04)

En los últimos años hemos podido ver como se incrementan las tendencias centrífugas disgregadoras del Estado y como, con el pretexto de la defensa de las peculiaridades identitarias, se reduce el margen de los derechos personales en determinadas CCAA. La falta de acuerdo entre los dos grandes partidos no ha hecho más que acelerar ese progresivo levantamiento de fronteras interiores que en nada favorece la cultura de la paz. Mientras tanto, la lista de las víctimas del terrorismo ha seguido añadiendo números rojos y numerosos ciudadanos ven restringida su libertad de movimientos y amenazada su vida, exclusivamente por sus ideas políticas. Del mismo modo que las naciones europeas consiguieron evitar que la religión fuera un motivo de fricción y de conflicto excluyendo las creencias religiosas de la gestión del Estado, sostenemos que, para la causa de la paz y para la plena implementación de los derechos y libertades de las personas, los sentimientos nacionales no deben decretarse o hacerse obligatorios.

La España que queremos:

La condición de ciudadano se basa en la igualdad de derechos y deberes que garantiza la Constitución; no la otorga una determinada identidad cultural y lingüística. Por ello, no puede exigirse a los ciudadanos en nombre de ninguna supuesta identidad colectiva, nada que no esté previamente establecido en las leyes y esté de acuerdo con la Constitución.

El discurso identitario lo único que ha conseguido ha sido polarizar la política en torno a un juego de exclusiones culturales cada vez más radicales, y ha servido de aliento a la causa del terrorismo interior. Aunque los sentimientos de pertenencia a un grupo social, cultural o ideológico son totalmente legítimos, no lo es condicionar en su nombre la actuación de los poderes públicos, ni introducir desigualdades en los derechos de los ciudadanos. Hay que crear condiciones iguales para que todas las personas puedan integrarse a los grupos sociales, culturales e ideológicos que libremente prefieran. El Estado y sus representaciones autonómicas deben ser “laicos” en ese sentido; sus actuaciones deben ir dirigidas al conjunto de los ciudadanos y ciudadanas y tener como única mira el interés común de la Nación.

No es cierto que más “democracia” sea sinónimo de mayores competencias autonómicas. De manera interesada, se viene tratando de confundir descentralización administrativa con descentralización y fraccionamiento políticos. Una cosa es acercar la administración al ciudadano y otra es vaciar al Estado de competencias hasta dejarlo exangüe, a merced de la voluntad o el capricho de quienes no persiguen el interés colectivo.

El Estado constituye el ámbito idóneo para mitigar las desigualdades del mercado. Consideramos que debe conservar la fuerza necesaria para garantizar los servicios, los derechos y las libertades de los ciudadanos (y también el cumplimiento de sus deberes). Hace falta, por tanto, desarrollar los instrumentos institucionales y políticos que hagan compatible la afirmación del pluralismo con la acción eficaz del Estado, sin que se vea constantemente amenazado por la disgregación. Imprescindibles:

La acción positiva que se aplicó a las lenguas vernáculas era del todo justificada para sacarlas del ostracismo al que las había condenado la dictadura del General Franco. Hace tiempo que esa acción positiva se tornó lisa y llanamente discriminatoria hacia los hablantes de la lengua común en algunas CCAA, como avalan los toques de atención que diversos organismos internacionales han dado al gobierno español, como el CERD (Comité para la Eliminación de la DiscriminaciónRacial) de las Naciones Unidas, y el ECRI (Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia) del Consejo de Europa.

Se precisa una Ley de lenguas que asegure el mismo trato institucional –incluida,fundamentalmente, la escuela–, a las lenguas en las Comunidades con bilingüismo oficial y que, por tanto, facilite la movilidad territorial.

Es imprescindible el reforzamiento del Pacto por las Libertades, que ha supuesto y supone la reparación moral y económica a las víctimas del terrorismo, así como un freno para las ventajas políticas de la actividad terrorista. Al mismo tiempo, siendo el terrorismo un ataque al Estado y al sistema y valores democráticos, las víctimas del terrorismo deben tener la consideración de víctimas de la democracia. Lo que implica que el Estado debe preservar su memoria, buscar y difundir la verdad de lo ocurrido –para que su ejemplo sirva de aprendizaje para el futuro–, y hacer justicia para que triunfe y se fortalezca la democracia.

Cabría, por ejemplo, desarrollar los aspectos que podríamos llamar sociales y educacionales. Hacen falta campañas que nos recuerden que el terrorismo es siempre una forma perversa de actuación política que envilece y devora la causa que pretende defender; y otras destinadas a evitar que la opinión pública y los medios de comunicación extranjeros puedan considerar a los terroristas como “resistentes”, “patriotas” o cualquier otro adjetivo que implique un ápice de comprensión o de aliento.

No es admisible que en el seno de un Estado democrático ciudadanos y ciudadanos corrientes y representantes legítimos del pueblo no puedan moverse libremente y vean su existencia amenazada por el simple hecho de defender unas determinadas ideas. Ante esto, es necesario acordar una enérgica acción política conjunta e impulsar una no menos enérgica reacción ciudadana.

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Los socios opinan

La lengua del poder nunca puede ser minoritaria

El profesor de catalán de la UAB, Albert Branchadell, en su libro Liberalisme i Normalització Lingüística (Ampuries 1997) pretende que las medidas de normalización lingüística del catalán lejos de amenazar el postulado moral de igualdad entre los individuos, son medidas necesarias para tratar a todos los catalanes como iguales. Y así intenta probar que en Cataluña no hay discriminación contra el español, y que la normalización lingüística catalana es necesaria y no solo malévola voluntad de catalanizar toda la cultura en el Principado. Pretende, pero no consigue, demostrar esta tesis. Veamos. La hipótesis de la que parte, repetida continuamente en su libro, es que los catalanoparlantes de España forman una minoría lingüística y, por ello, se hallan en desventaja en relación a los miembros de la mayoría castellanoparlante. Este proceso puede ser representado gráficamente por el adagio popular según el cual el pez grande se come al chico. Consecuentemente, las leyes lingüísticas catalanas podrían así contener una rectificación a esta desventaja; rectificación que entonces justificaría solo con argumentos de razón, no políticos. Por consiguiente, la existencia de las leyes de normalización y de política lingüística catalanas sería necesaria e inevitable. Sin embargo, tal argumentación no es, en verdad, más que una astuta trampa. Para que la conclusión del autor sea cierta, es necesario manejar definiciones coherentes y adecuadas de los conceptos de mayoría y minoría lingüística, cosa que no ocurre en este caso.

Para aclarar lo dicho, recordemos ahora que, tanto en el ámbito de la ONU como en el del Consejo de Europa, toda mayoría o minoría cultural es siempre definida en relación a los Estados del que depende. Y así, para llegar a conocer cual es el Estado en que hemos de movernos en este caso concreto, hay que considerar que en el régimen autonómico de la España de hoy, Cataluña es Estado para ciertas materias, como la lingüística, aunque también parte del Estado Español para otras. No son las Cortes Españolas las que promulgan las leyes sobre el catalán, ni el Gobierno de España el que administra esta lengua. Para estudiar el catalán hay que limitarse totalmente a Cataluña y a su Parlamento Autonómico sin implicar para nada al resto de España. Entonces, no se puede hablar en absoluto de que los catalanoparlantes son minoría en España, en España toda, pues tal afirmación, aunque aparentemente cierta, es una trampa astuta, equívoca y falsa que no, se ajusta adecuadamente a la definición de minoría. En la Comunidad Autónoma Catalana el catalán es mayoritario, mientras que el castellano es minoritario; luego, no hay que normalizar el catalán.

El libro del Dr. Branchadell carece de coherencia. Cambia continuamente el concepto de la España que utiliza: pasa peregrinamente de una España unitaria, previa a la Constitución de 1978, a una España autonómica posterior. Y así, llega a conclusiones también en verdad peregrinas y falsas. En este libro usa las minorías lingüísticas propias de un Estado Español unitario –es decir, no autonómico– para estudiar las leyes lingüísticas promulgadas por el Parlamento catalán autonómico.

La política de normalización lingüística catalana no puede alcanzar su justificación moral, pues continúa siendo inaceptable bajo los principios de igualdad, solidaridad y respeto a la diversidad cultural que la misma Generalitat proclama continuamente pero que luego no cumple. El español, que es minoritario en Cataluña, debería ser protegido, pero, en su lugar se le discrimina. Tal política es consecuencia de la malévola voluntad positiva de los parlamentarios catalanes.

Luis Garrido

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La búsqueda del rigor histórico

Parece llegada la hora de ganar la guerra que perdieron los buenos a manos de los malos. De todos es sabido que aquellos españoles que quedaron en la llamada zona republicana eran unos pacíficos ciudadanos respetuosos de las leyes, dirigidos por unos más que pacíficos políticos de la Arcadia Feliz que fue la República. Mientras que en la llamada Zona Nacional cayeron todo lo peor de los también españoles. ¡Qué se le va a hacer!

La solución final parece estar al alcance de la mano. La tarea dirigida por nuestro Presidente del Gobierno con el asesoramiento áulico del diputado Llamazares y demás nacionalistas: abrir expediente de desafecto a todos y cada uno de los habitantes de la España franquista –único Estado Español en existencia en aquel tiempo– para determinar el linchamiento histórico-político que corresponda. Se aceptan avales exculpatorios de militantes y simpatizantes de todos los partidos del arco parlamentario, menos del PP.

Pedro Rodríguez

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"Madrileñización"

Carod-Rovira, obligado a guardar reposo durante un mes debido a una afección cardiaca, se ha incorporado de nuevo al trabajo y, en comparecencia ante los medios de comunicación, ha vuelto a regalarnos una de sus perlas dialécticas. Cito textualmente de la noticia aparecida en EL MUNDO:

Es como si este tiempo que he estado fuera no hubiese pasado. Los discursos son los mismos, los ataques son los mismos, el aburrimiento entre la ciudadanía también es el mismo. Detecto un deterioro progresivo de las formas en la política catalana, una pérdida, confío que no irreversible, que se ha producido en los últimos cuatro o cinco años, afirmó el lider de ERC, que denunció una “madrileñización, en sentido peyorativo” de las arengas de los líderes catalanes.

Madrileñización, catalanización, españolización, alemanización,...."en sentido peyorativo", claro. Siempre en sentido peyorativo...Puro etnicismo en la Europa de unos pueblos y unas culturas superiores a otros pueblos y a otras culturas.

Ya se sabe, Carod-Rovira es uno de los elegidos como lo son también Maragall, Mas o Durán i Lleida. Todos ellos han tenido un excelente profesor en Jordi Pujol, el cual a su vez es un alumno aventajado de Prat de la Riba, maestro de maestros de nacionalistas catalanes para los cuales Cataluña es un ser vivo, con personalidad propia (eso ni se discute), diferenciada del resto del orbe; una tierra en la cual los catalanes somos todos hijos de una sola lengua, de una sola cultura, con un ADN característico que nos hace ser mejores personas, más simpáticas, más educadas, más inteligentes y fuertes. Nosotros no estamos "madrileñizados", ¡faltaría más! Ese es un virus que si se apoderara de nuestro ser, algún día, podría resultar fatal para la existencia de la milenaria nación que nos alimenta física y espiritualmente. ¿nens catalans "madrileñizados" (léase también "castellanizados" o "españolizados", pero sólo en sentido peyorativo, por supuesto)? ¡Puaagg! ¡Que asco!

Rafael Sorní, 19-04-06

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Rincón impertinente

Pederastia lingüística

Arraiga en nuestra sociedad el feo hábito de la delación promovido por los poderes públicos. Una vez más la Consejería de Educación del gobierno tripartito de la mano del Comisariado de Política Lingüística es pionera en estimular tan edificante ocupación. Ahora se transfiere, nos enteramos por el diario El Mundo, tan amargaresponsabilidad a los escolares. En efecto, han de rellenar unas fichas poniendo una crucecita en los casilleros de los profesores que imparten sus lecciones en castellano.

El paralelismo es inevitable y a uno le viene a la memoria la estatua erigida en tiempos del estalinismo al pionero, ¿Morozov se llamaba el angelito?, con su pañuelito anudado al cuello, que denunció a sus padres por mencheviques, revisionistas, contrarios a las directrices del partido o vaya usted a saber por qué peregrina razón.

La mecánica es clavadita a esa otra de la que hablamos unos días atrás en esta misma sección. Las tareas de control y denuncia recaen en personas ajenas a la maquinaria administrativa y de este modo se ahorran el nombramiento de nuevos agentes, de implacables sabuesos de la pureza idiomática. Basta con un solo coordinador lingüístico por centro, o como diantre se llame ese cargo (cargo de conciencia es lo que debería tener el individuo que cobra un salario por semejante cometido), tan ricamente instalado en su despachito para centralizar y cribar el ingente material y elevar los pertinentes informes al aparato disciplinario y punitivo.

¿Inmoral?, ¿Sucio?... Sí, pero económico. Y no hay escapatoria posible. ¿Quién puede darle el pego a treinta pares de ojos y oídos que a diario te miran escrutadores y te escuchan sin perder ripio? Alumnos contra profesores. ¿Llegará el día en que se incentivarán desde las instituciones las denuncias filiales?Juanito, ¿Qué idioma hablan tus papás en casa?... Si nos lo dices, te daremos una piruleta. Aquí tenemos un caso palmario de pederastia lingüística que, ese nos tememos, no atraerá la atención del Defensor del Menor, si lo hubiere. Ya teníamos niños-esclavo, niños-soldado. Faltaban los niños-espía. Y eso que el año en curso es el Año Internacional de la Infancia.

Javier Toledano

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Leña al porno...y al mono

¡Qué lejos quedan aquellos tiempos en los que había que pasar a Perpiñán (ahora, allí se va a otras cosas), para ver cine "de destape"! Así era como se llamaba entonces al cine que tenía cuatro escenitas de nada en las que la luz se apagaba siempre antes de tiempo y, por supuesto, muy lejos en "contenidos" de lo que ahora entendemos por cine porno. A lo sumo una escena subida de tono con mantequilla de por medio. Ya ves. Ayer pasando la frontera de estrangis y hoy "porno en llibertat i subvencionat,... però en catalá".

Y el que quiera clases de japonés ¡que se las pague!

En cualquier caso nos tranquiliza este derroche en placer, porque, debemos suponer, se hace una vez atendidas necesidades más perentorias, como conseguirles los tan traídos y llevados ordenadores a nuestros escolares, o una campaña de citologías gratuítas para esas mismas mujeres a las que va dedicado el "relato sexual para señoras"La mar no es blava, película que ha sido agraciada con 10.000 euros de subvención, como promoción al uso del catalán en el cine y cuyo autor se declara simpatizante nacionalista y votante de ERC.

Pero eso no es todo. Noticias de última hora nos informan de que Awali, el sustituto de Copito en el zoo de Barcelona, esta siendo "inmersionado" en catalán. Si realmente los simios, como creen los naturales de Java, no es que no sepan hablar, sino que se negaron a ello para no tener que trabajar, puede que esta leyenda este llegando a su fin. Porque como Awali aprenda catalán, y sus cuidadores informan de que hace grandes progresos, lo veo trabajando para la "causa" y enseñando catalán a sus descendientes, que no serán pocos si tenemos en cuenta que dispone de cuatro hembras para su deleite personal. Sí,sí, personal, han leído bien, porque es aquí donde nuestro Gobierno de Madrit, ¡qué gran visión de futuro! entra en juego, ya que pretende elaborar una ley especial para equiparar los simios a los humanos en algunos aspectos.

¿Cómo pueden estar tan seguros de que tienen algún interés en parecerse a nosotros? Por lo pronto, sin ser aún efectiva esa equiparación por ley,ya ven restringido su derecho a elegir el idioma de enseñanza, por la vía de los hechos, como siempre: normalizados como nosotros, ¡triste equiparación!

Elvira Fuentes

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Distintos en igualdades

El hecho diferencial

es un hecho diferente,

pues lo que quiere la gente

es trato preferencial.

…Y por eso se defiende

siendo distinto, no igual.

Iguales en preferencias,

distintos en igualdades…

Son tantas barbaridades

y tantas las exigencias

de ser “nacionalidades”,

“modelo de convivencia”

y demás “realidades”,

que se agota la paciencia.

Pongo un ejemplo: Valencia.

Proponían una enmienda

(la 11/24)

en el reciente ESTATUTO:

 

La naranja ya no es fruto.

Tomar la CHUFA en horchata

y prohibir las patatas

al salir de los teatros.

Émulos en Aragón

intentan sobrepasar

su propia legislación

y deciden fomentar

en esta legislatura

el uso de la alpargata,

aunque al bajo de estatura

el calzado lo delata.

En Cataluña ha salido

un modelo de chorizo

que no se come, por cierto,

te camela con su hechizo

y te cobra el 3%.

José Gines

...Continuará...

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Breves

 

* En la última asamblea general ordinaria (25-03-06) de la AT, se acordó aumentar la cuota de socio en 3 euros trimestrales.

* Enhorabuena a nuestro buen amigo Albert Boadella por el Premio de Cultura 2005, otorgado por la Comunidad de Madrid

* Enhorabuena a Pedro J. Ramírez, director del diario EL MUNDO, por el Premio de Periodismo que le ha concedido la Federación de Asociaciones de Prensa (que representa a 12.000 periodistas), destacando su compromiso con la libertad de expresión.

 

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Convocatoria

La Asociación por la Tolerancia presenta el libro

"Diccionari Persa de Catalunya.Guia per entrar i sortir de Catalunya”

de Miquel Porta Perales

Jueves 11 de mayo, 7.45 horas.

Hotel Saint Moritz, Diputacion, 262 (Paseo de Gracia - Pau Claris)

Tras la presentación tendrá lugar una cena con presencia del autor. Interesados llamar al tfno. 615 14 18 93 antes del martes 8 de mayo.

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