Crónica de desaciertos
Las pegatinas del CAT se pagan con nuestros impuestos

 En alguna otra ocasión hemos abordado desde este espacio la escandalosa política de subvenciones que lleva a efecto la Generalidad de Cataluña. La actuación de las asociaciones vinculadas al nacionalismo en Cataluña depende de ellas. Basta ojear el DOGC para comprobarlo. Por ejemplo, el nacionalismo ha hecho del icono del diálogo con  las organizaciones terroristas unos de sus referentes diferenciadorescon los constitucionalistas. Para reforzar esa apuesta, nada mejor que la organización de una Trobada Internacional per la Pau, promovida por la Comunidad de Sant Egidi. Este evento se ha sufragado con 189.318.81 euros por la Presidència de la Generalitat que han sido entregados a una desconocida Associació Cultural Solidaritat Popular.

 Otro de los ejes sobre los que gira lo que definiría Pujol "el comedero" es el del pancatalanismo. La financiación de las asociaciones catalanistas en el ámbito de los Paises Catalanes es obra casi exclusiva del Gobierno catalán. Entre éstas, son especialmente afortunadas las siguientes:  Acció Cultural del País Valencià, organización dedicada al activismo que es impulsada por el editor Eliseo Climent y que anualmente entrega los premios "octubre" y publica el semanario "El temps"; la Obra Cultural Balear, impulsora a través de la Asociación Voltor de la recepción de TV3 en las Islas Baleares que sólo en el último trimestre ha sido agraciada con una subvención de 180.303,63 euros en concepto de ayuda para organizar la VII Trobada de entidades civiles de los territorios de lengua catalana ; y en Francia, las beneficiadas son las asociaciones de "Amics de La Bressola", impulsora de la escuela catalana, y  Arrels.

 En cuanto al Principado, la organización mimada a través de subvenciones de Presidència, Cultura, Sanitat i Seguretat Social, Benestar Social y Economia i Finances, ha sido Omnium Cultural. Por una respuesta al Grupo popular en el Parlamento de Cataluña  sobre la financiación de la entidad dirigida por Josep Millàs se ha sabido que en los últimos cinco años ha percibido más de doscientos millones del erario público.  En una de las resoluciones publicadas en el DOGC se leía que la subvención de 19.000.000 de pesetas (114.192,30 euros) era para "ayuda para la organización de sus actividades". Entre éstas, ha estado la entrega de medio millón de pegatinas con las siglas CAT para contrarrestar la inclusión de la "E" en las matrículas de los coches. La exhibición de las «señas de identidad» en la placa no ha sido gratis sino a costa de todos.

 Pero no es sólo Omnium Cultural, también han recibido viáticos multimillonarios Opinió Catalana (organización defensora de la identidad), CIEMEN (verdadero nucleo del nacionalismo más radical), Organització pel Multilingüisme, entidad dirigida por Albert Branchadell que ha impulsado la campaña en favor de los sellos, DNI, moneda, pasaportes y permisos de conducción multilingües en toda España, e incluso los Comités Nació Catalana, colaboradores con Xirinacs en su campaña "jo em planto" en favor de la independencia de Cataluña.

 Existen otras formas de emplear los necesarios impuestos, como en paliar las alarmantes deficiencias de la sanidad pública. Pero como nuestros administradores no parecen estar por este tipo de extravagancias, es hora de que la Asociación por la Tolerancia solicite una subvención equivalente a las anteriores para otra campaña de adhesivos que podría decir: "Si quieres reconocimiento de la pluralidad real, bilingüismo institucional ¡ya!". A ver que pasa.