Parlamento de Carlos Basté, presidente de la asociación

08 - 10 - 2022 / Redacción Tolerancia

Parlamento de Carlos Basté, presidente de la asociación

Buenas tardes a todos

En primer lugar, quiero dar las gracias a todos los que nos acompañáis en esta tarde tan especial para la Asociación por la Tolerancia. Agradezco la presencia de nuestros socios y simpatizantes, a antiguos premiados de la asociación, a los miembros de las asociaciones constitucionalistas, a los representantes de partidos políticos y de todos quienes sentís suficiente cariño por nosotros para estar hoy aquí.

Quiero dedicar un agradecimiento especial a Fernando Savater, quien este año nos acompaña también en celebración del 25 aniversario de la entrega del mismo premio que hoy otorgamos a los chavales valientes de S’ha Acabat.

A principios del siglo pasado, el sociólogo Maurice Halbwachs introdujo el término de memoria histórica para definir un modo de edificar la historia colectiva, reconstruyendo una imagen del pasado, cambiante según la época y en sintonía con los pensamientos dominantes en la sociedad. La memoria histórica puede tener un noble objetivo, como la preservación del recuerdo de aquellos que sucumbieron en los campos de exterminio ante el totalitarismo nazi o comunista, pero también puede tener una intención manipuladora y torticeramente moralizante, como en el caso de la Ley de Memoria Democrática del gobierno de Sánchez y sus múltiples compinches nacionalistas.

En nuestro caso, me permitiréis que hoy haga un brevísimo ejercicio de honesta memoria histórica al celebrar los 30 años de vida de la Asociación por la Tolerancia. Casi todos los presentes llevamos años en esta lucha contra la tiranía nacionalista, pero hoy tenemos el orgullo de recordar que la Tolerancia se alza como el más antiguo referente activo del constitucionalismo en Cataluña, después de la pionera _Cervantina_ .La Tolerancia es hoy como ese sabio anciano que encabeza la mesa familiar y masculla su antigua sabiduría, a veces ante la indiferencia del resto, aunque siempre habrá un nieto que lo contemple y lo escuche reverencial. “El abuelo sabe”, piensa. Hoy celebramos 30 años de activismo. Un activismo que nos ha situado, siempre en la medida de nuestras posibilidades, al pie de este cañón que no para de lanzar salvas de Pepito Grillo a la sociedad catalana, a través de premios como el que hoy entregamos, a través de nuestro ciclo de cine o del único premio literario para niños en lengua española en Cataluña. A través también de charlas y movilizaciones. 30 años parecen muchos pero, como dice el filósofo Pascal Bruckner: "El secreto de una vejez feliz es renunciar a la renuncia", así que nos queda mucho por hacer todavía. Nosotros nos proponemos alcanzar la plena felicidad renunciando a abandonar la lucha hasta que la lacra nacionalista que nos asola sea derrotada en las urnas. Y os aseguro que, antes que después y junto a todos vosotros, vamos a ser muy felices.

Este año premiamos el esfuerzo de S’ha Acabat!, una organización joven y sin complejos, nacida en el seno de la Universidad Autónoma de Barcelona, que se opone con mucha valentía al nacionalismo y sus violentos cachorros. S’ha Acabat! no defiende la pluralidad ideológica y los derechos ciudadanos desde cualquier sitio, lo hace desde la Universidad, el templo del intelecto de Unamuno. La firmeza y convicción de S’ha Acabat! es la gasolina del odio de absurdos niñatos encapuchados y embozados que corean amenazas y apelan a una democracia que no sólo no conocen, sino que pisotean con su actitud. Muy cerca de ellos, aunque ocultos en sus despachos, todos los rectores catalanes y muchos profesores se obstinan en convertir la Universidad en un pozo de ignominia con su apoyo explícito a los violentos o con su miserable silencio.

El Jurado que decidió otorgar el premio de la Asociación por la Tolerancia a S’ha Acabat! considera que representa el relevo generacional del constitucionalismo en Cataluña; un relevo valiente, perseverante y muy comprometido que defiende la necesidad de que todos seamos ciudadanos libres e iguales en un medio terriblemente hostil. 

Como ese abuelo orgulloso que revuelve el pelo de su nieto preferido en un gesto de cariño, hoy entregamos nuestro premio a S’Ha Acabat! de la mano de uno de nuestros premiados más antiguo y admirado, Fernando Savater.