Manifiesto leído en la concentración frente a la Delegación del Gobierno

10 - 02 - 2019 / Redacción Tolerancia

MANIFIESTO: CATALANES CON LA ESPAÑA CONSTITUCIONAL

    En los últimos días hemos conocido el documento presentado por el Gobierno de la Generalitat al de España con el fin de iniciar una negociación institucional sobre el futuro de Cataluña y, por tanto, de España.

            El documento supone un ataque explícito a la soberanía española y desprecia la voluntad de todos los catalanes que no comparten los planteamientos nacionalistas.

            Es incompatible con nuestro marco de convivencia que una administración española declare oficialmente su propósito de destruir el orden constitucional. Esa declaración no solamente no puede ser base de ninguna negociación, sino que ha de tener una respuesta política, legal y desde la Constitución acorde con el tamaño del desafío.

            Como sabemos, no solamente no la ha tenido, sino que incluso se llegó a plantear la aceptación de alguno de los puntos de la propuesta de la Generalitat, en concreto el relativo a la designación de un mediador (relator) en las negociaciones entre la Generalitat y el Gobierno.

            El rechazo generado por semejante despropósito ha hecho que el Gobierno rectificara; pero mucho nos tememos que sigue sin darse cuenta de la magnitud de su responsabilidad.

            Y para eso es necesaria esta movilización y las que la seguirán, porque ahora ya no es posible seguir tolerando el abandono, la desidia y la falta de sentido de Estado de tantos actores políticos.

            Rechazamos ahora, como hemos rechazado siempre, el desafío nacionalista, su propósito de quebrar el marco constitucional y separar Cataluña del resto de España y de la Unión Europea.

            Pero no hemos de limitarnos a este rechazo. Es preciso denunciar también las consecuencias del régimen nacionalista en Cataluña. Nuestros derechos han sido vulnerados, las leyes y la Constitución no se aplican y los catalanes no nacionalistas son sistemáticamente silenciados.

            Los catalanes constitucionalistas hemos dado ejemplo de paciencia y sensatez. Hemos dado margen a los gobiernos de España para que reconduzcan la situación en Cataluña, pero ha llegado el momento de decir “¡basta!”.

            Para los gobiernos nacionalistas en Cataluña no existimos, somos simplemente una irrelevancia o ciudadanos subordinados. Nuestras peticiones no son atendidas, nuestros derechos son pisoteados y cuando los reclamamos somos sometidos al acoso, al boicot y al ostracismo.

            No percibimos en el Gobierno de España la respuesta necesaria frente a esta actitud. Nadie se ocupa de defender nuestros derechos, de velar porque las escuelas no sean centros de adoctrinamiento, de evitar la exclusión del castellano en administraciones, medios públicos y centros docentes, de conseguir que las administraciones sean neutrales, de garantizar el respeto de derechos tan importantes como la libertad de expresión, de manifestación o la no discriminación por razón de pensamiento.

            El silencio del Gobierno ante la vulneración de los derechos fundamentales en Cataluña no es aceptable.

            Pero la paciencia se acaba. Contemplar como ya en diciembre el Gobierno de la Generalitat presentó su proyecto de secesión al Gobierno español y este calló y nada hizo, desconociendo la situación en la que nos colocaba a lo catalanes que nos sentimos catalanes y españoles, que no renunciamos ni a nuestra catalanidad ni a nuestra españolidad; es un agravio que ha de ser respondido.

            Es por esto que exigimos:

-          Que se rechace de manera explícita el documento presentado por la Generalitat en diciembre.

-          Que se reconozca la vulneración de los derechos fundamentales y el incumplimiento de las leyes y de la Constitución que se vive en Cataluña.

-          Que se declare que ninguna solución a la situación en Cataluña puede intentarse desconociendo las aspiraciones de los catalanes constitucionalistas.

-          Que se adopten las medidas para la plena restauración del Estado de Derecho en Cataluña y se garanticen los derechos de todos los catalanes.

 

            Aquí estamos los catalanes moderados, lo que defendemos la radicalidad democrática. Apreciamos y valoramos la Constitución que nuestros padres se dieron hace 40 años. Sin pretender ser más que nadie, podemos decir que nosotros, los catalanes, sabemos lo que es vivir sin ella, como padecimos en las infaustas semanas de septiembre y octubre que tan bien recordamos.

            En aquel momento dramático sentimos el calor de muchos españoles, empezando por el Rey con su valiente discurso del 3 de octubre y también en las manifestaciones de octubre.

            Ahora es el momento de recuperar aquel espíritu de unidad y de confianza en la Constitución y en los valores constitucionales. Cuando vemos nuestra bandera y escuchamos nuestro himno lo que vemos y sentimos es el país moderno, democrático y libre que entre todos hemos construido.

            Nadie nos lo quitará.

            Por la España constitucional, todos unidos, los catalanes y todos los españoles.

            Visca Catalunya! ¡Viva España! ¡Viva la España constitucional!