Muere, a los 46 años, el lingüista Juan Ramón Lodares

05 - 04 - 2005 / ABC

Muere, a los 46 años, el lingüista Juan Ramón Lodares

 

MADRID. Discípulo aventajado del maestro de lingüistas Gregorio Salvador, que lo consideraba «como un hijo», profesor de la Universidad Autónoma, autor de obras imprescindibles como «El paraíso políglota», «Gente de Cervantes», «Lengua y patria» y «El porvenir del español», Juan Ramón Lodares ha fallecido en plena madurez creativa. Su vida de 46 años la ha segado un cruel accidente de tráfico. El académico Gregorio Salvador estaba ayer «hundido»: «Ha sido trágico, tremendo - confesaba a ABC-. Desaparece un gran discípulo, el más fiel, el más más inteligente y el que tenía más porvenir. Uno, que por edad espera la muerte, no puede comprender ni entender que una persona tan joven y prometedora como Juan Ramón pierda la vida. Era como un hijo para mí. Capaz, trabajador, con una cabeza clara y serena, el discípulo más inteligente que yo he tenido», señalaba el vicedirector de la Real Academia Española. «Hemos colaborado juntos en un libro titulado «Historia de las Letras», de lo cual me siento muy orgulloso. Juan Ramón opinaba con crítica y valentía. Ha estado siempre en mi línea y ha cosechado muchísimos aciertos. Su muerte es una pérdida irreparable». 


Lodares inauguró el 6 de octubre de 2004 el curso del Aula de Cultura de ABC. Fernando García de Cortázar, director del Aula, se mostraba ayer profundamente apenado por su trágica muerte: «Siempre le agradeceré sus frecuentes y brillantes colaboraciones en «El Noticicero de las Ideas». Puso al servicio de nuestro idioma, y de su proyección internacional, su talento, extraordinaria formación universitaria, su claridad y prosa combativa. Ejerció con su magisterio la verdadera labor del intelectual comprometido en la formación de la opinión pública». Y destruyó «aquellos tópicos y simplificaciones políticas que tratan de aturdir a la verdadera ciudadanía consciente y activa». Para Lodares, la lengua no es alma, como les gusta decir a los nacionalistas -apunta Cortázar-; la lengua es puente, mercado: «Criticó la esquizofrenia lingüística que traza fronteras humanas, cierra espacios a la libre circulación y levanta aduanas. Denunció la utilización política e ideológica de las lenguas como instrumentos de control social, el dirigismo sectario que perjudica los idiomas y que en algunas regiones puede hacer no bilingües sino semilingües: hablantes incorrectos en dos lenguas. Y que España, al socaire de las concepciones idiomáticas de los nacionalistas, sea el único país de la UE que adopta políticas culturales que erosionan su comunidad». 

Su editora, María Cifuentes, directora de Taurus, muy afectada, señalaba: «Juan Ramón estaba en un momento radiante y lleno de proyectos. ¡Era tan feliz! Su muerte nos cae como un plomo».