En el vigésimo quinto aniversario del secuestro y asesinato a cámara lenta de Miguel Ángel Blanco

12 - 07 - 2022 / CARLOS RODRÍGUEZ ESTACIO - FACEBOOK

MIGUEL ÁNGEL - 1

EN EL VIGÉSIMO QUINTO ANIVERSARIO DEL SECUESTRO Y ASESINATO A CÁMARA LENTA DE MIGUEL ÁNGEL BLANCO

Miguel Ángel Blanco no era un político profesional (ese oxímoron para los griegos). Durante un tiempo trabajó como albañil con su padre, hasta que encontró trabajo de economista en la consultoría Eman Consulting. Carecía de ambiciones políticas y tenía una vida laboral encauzada, pero sintió vergüenza democrática al constatar que, por miedo, nadie quería ser concejal del PP en su pueblo. Así que, con naturalidad y en las vascongadas tierras de Mordor, se ciñó al dedo el anillo. Precisamente era muy aficionado a la lectura y su obra favorita era "El Señor de los Anillos".

Miguel Ángel prefirió sentir miedo a sentir vergüenza. La ejemplaridad de su ejemplo y el hecho de constituir una diana facilísima (sin escolta y con rutinas diarias) lo convirtieron de inmediato en oscuro objeto de deseo (homicida) para los terroristas. Lo secuestraron, lo mantuvieron 48 horas maniatado a saber en qué condiciones y finalmente lo llevaron a un descampado para —obligándole a arrodillarse, con las manos atadas a la espalda—, pegarle dos tiros en la cabeza. Eran heridas mortales de necesidad pero le mantuvieron con un hilo de vida (o sea, de sufrimiento) hasta doce horas y media después (desde las 16:50 hasta las 5:00 horas del día siguiente). Tenía 29 años. La autopsia reveló que tenía las mejillas quemadas: se había pasado los dos días llorando.

El nivel de poder e influencia política de Miguel Ángel Blanco siempre fue mínimo (tercero en la lista electoral del PP en un pueblo de 16.000 habitantes) y nunca participó en ninguna controversia o disputa. Lo mataron únicamente por no plegarse al Horror y por la rentabilidad política que pensaban extraer de su «eliminación».

Si Vds. piensan que no cabe más dolor, más miseria, más tristeza y más barbarie en esta historia, se equivocan. Desde el primer momento, la tumba de Miguel Ángel fue atacada con fiereza (en el sentido más literal). A diario rompían el cristal y tiraban las flores. Finalmente, a los padres no les quedó más remedio que llevarse sus restos a Galicia. Causa algo más que escalofríos ponerse un solo momento en su piel.

«Pobre del país que necesita héroes» —dijo Galileo. Y nosotros podríamos añadir «y despreciable el país que humilla a sus héroes y a sus mártires (incluso después de muertos)». Con el silencio cómplice de los partidos políticos, de las instituciones y de la inmensísima mayoría (sin olvidar jamás las debidas excepciones: aquellos que se negaron —también heroicamente— a formar parte de la amansada masa).

Hoy la infamia continúa.

2022-07-10

MIGUEL ÁNGEL – 2

KALE BORROKA METASTASIAK

El alcalde PNV de Vitoria se niega a dedicar una calle a Miguel Ángel Blanco. Esta actitud es muchas cosas y ninguna buena, pero, desde luego, no es nueva. El PSOE y Podemos han rechazado numerosas veces homenajes a Miguel Ángel Blanco (así de tirando solo de memoria, en Bilbao, Cádiz, Jerez de la Frontera, San Fernando… esta misma semana el PSOE ha impedido que en Arganda, donde gobiernan con mayoría absoluta, un parque de la localidad lleve su nombre).

Kichi se negó a que tuviera una calle en Cádiz, que hay que luchar contra la gordofobia y los juguetes sexistas pero no contra los asesinatos doblemente siniestros. Por eso no puede extrañarnos que el mismo Kichi invitara al histórico dirigente de Batasuna Xosé Martín Abaurrea, ahora concejal de Bildu en Pamplona, a participar en unas jornadas sobre la Memoria Histórica organizadas por el Ayuntamiento. Todos los gastos, dietas y haberes de este brazo político del Terror pagados por los contribuyentes.

Uno de los concejales kichitos, David Navarro, defendió en su día la negativa con esta pregunta aguda como una coz testicular: «¿Hace falta ponerle nombre y apellidos a ese dolor?». Hubiera sido interesante que la formulara a los padres de Miguel Ángel (que por aquel entonces vivían). En fin, una muestra más del totalitarismo inherente a su formación: importa la Causa, no el individuo.

El PSOE secundó la postura kichianesca. Y, bueno, hay que reconocer que tampoco es nada personal lo de este partido contra Miguel Ángel Blanco: también están en contra de homenajear a las víctimas de Hipercor. El bulo (el relato) grande, ande o no ande.

Se ha conocido recientemente que jóvenes del País Vasco, incluso de Ermua, no saben quién es Miguel Ángel Blanco. La memoria democrática no va de esto, ya lo sabemos.

Yo suscribo íntegramente lo que dice la Fundación Miguel Ángel Blanco: «hacer memoria de aquellos días es preservar un tiempo y un espacio en el cual luchamos democráticamente contra la barbarie».

Por eso me permito desde aquí hacer una petición: QUE EN TODAS LAS CIUDADES DE ESPAÑA EXISTA UNA CALLE O PLAZA DEDICADA A MIGUEL ÁNGEL BLANCO.

Me parece una manera muy adecuada, entre otras muchas, de contribuir a «que España expulse a esos demonios.»

2022-07-10

MIGUEL ÁNGEL – 3

HISTORIA NACIONAL DE LA INFAMIA

—Ninguno de sus asesinos se ha arrepentido ni mucho menos pedido perdón. Todos han obtenido beneficios penitenciarios desde que Marlaska hace las veces de mamporrero de Frankenstein. Txapote, en contra de las instrucciones de la dirección de la cárcel, fue trasladado a la prisión de Estremera. Allí está junto a su pareja. Y en nueve años (o quizás mucho antes), estará en la calle donde, si este país no vira hacia la decencia política y humana, recibirá multitud de homenajes y de palmaditas en la espalda.

—De hecho, Ibon Muñoa, el chivato, salió de la prisión de Córdoba el 11 de octubre de 2020 y, varios días después, el entorno de ETA le rindió un homenaje público a su llegada a Eibar. En la actualidad pasea tranquilamente y disfruta de las calles de la localidad guipuzcoana, como corresponde a un buen hdlgp en una sociedad enferma.

—Sánchez veta que los asesinatos de ETA nunca prescriban como le reclama la UE (que los considera «crímenes de lesa humanidad», es decir, exactamente lo que son).

—Actualmente existen 379 crímenes de ETA sin resolver. La concesión de beneficios penitenciarios a etarras no se supedita jamás a ningún tipo de colaboración en esta materia. Hay familiares que nunca conocerán las circunstancias ni la autoría de quienes asesinaron a sus seres queridos. Esto supone una revictimización permanente y cruel.

—Miguel Ángel Blanco murió por no aceptar el chantaje del acercamiento de presos. Y eso es justo lo que está ocurriendo ahora. No puede haber nada más doloroso post mortem que esta cualidad estéril del sacrificio (por eso es tan comprensible y tan humano el caso de aquellos padres que recogen firmas para cambiar las leyes que no impidieron la acción criminal). En ese sentido, cabe hablar sin exageración de un «segundo asesinato».

—El entonces alcalde socialista de Ermua, Carlos Totorika, manifiesta con claridad: «El final de ETA no está resuelto porque hay quien defiende que los presos son héroes». Muy bien dicho… y sin el menor eco en su formación política.

—De hecho, su sucesor en el cargo, también socialista, Juan Carlos Abascal, decidió vetar a la hermana de Blanco para que no hablara en el acto de homenaje de ayer en Ermua. Finalmente se ha visto obligado a rectificar.

2022-07-10

MIGUEL ÁNGEL - 4

EL NOMBRE DE (EL PUÑO Y) LA ROSA

Resulta interesante que el vigésimo quinto aniversario del vil asesinato de Miguel Ángel Blanco haya coincidido con el pacto entre Gobierno y Bildu para una nueva «memoria democrática». Es decir, los filoterroristas (si sobra algo es el prefijo «filo—», pues hay tres diputados de esta formación en el parlamento vasco que han cumplido condena por militancia etarra) van a impartirnos clases de democracia. De hecho, ni siquiera disimulan su arrogancia, pues esto dice la portacoz de Bildu (otra que ha estado a la sombra por apología del terrorismo): «vamos a sacudir el relato de la Transición ejemplar». No está mal viniendo de los principales patógenos-criminógenos de dicha Transición.

En fin, hablemos sin tapujos: no es que el Gobierno pacte con filoetarras, es que tenemos un Gobierno filoetarra.

Y la tolerancia o aceptación hacia lo que está haciendo roza, al menos desde el punto de vista ético, la cooperación pasiva pero facinerosa.

[Y quien piense que esto es exageración o manipulación de la extrema derecha, que Bios le conserve el hígado o los riñones porque el corazón y el entendimiento los tiene echados a perder]

2022-07-10

MIGUEL ÁNGEL – 5

SIN ELLOS NO SERÍA POSIBLE

Estas son las portadas de hoy de los tres diarios de «progreso» más re-putados:

—El País: Ni una referencia al aniversario del secuestro de Miguel Ángel Blanco en una portada dominada por la inevitable Yolandina (el PSOE no puede aspirar a gobernar si no tiene una muletilla a su izquierda) y por el orgullo LGTB+.

—Público: Se centra en otro aniversario «un año con ministros mejor valorados pero menos conocidos» (la expresión es curiosa teniendo en cuenta que NINGÚN ministro, ni de ahora ni de antes, aprueba). Lo demás, las típicas concesiones al relato… y una noticia sobre «sobredosis por fentanilo: la otra epidemia que causa estragos en EEUU» y que tanta preocupación está generando en la sociedad española (ampliación en https://www.publico.es/)

—Por último, el diario.es, en cuya portada destaca el bobo solemne y tóxico por excelencia: Zapatero. Y la matraca habitual de guarnición: la inflación e hipotética recesión es un problema europeo (no vaya Vd. a pensar que tiene nada que ver la mala gestión del Gobierno ni con sus interminables despilfarros); noticias de la Púnica, de Ayuso, del cambio climático y, más abajo, las noticias del Orgullo (ampliación en https://www.eldiario.es/).

¿Y qué puede uno añadir a este «despliegue de maldá insolente»?

Mejor me voy a tomar una cerveza por ahí y a olvidarme —Amália Rodrigues, perdóname— que:

todo esto existe,

todo esto es triste,

todo esto da asco

2022-07-10

MIGUEL ÁNGEL – 6

HABLA UN TESTIGO SOCIALISTA DE AQUELLOS AÑOS

Javier Elorrieta, ex diputado socialista: «ETA siguió tras Miguel Ángel por la traición del PSOE»

Esta entrevista en un país medianamente normal hubiera supuesto un escándalo y sacudido las conciencias de todos los votantes de «progreso» (al menos de aquello que conserven alguna pizca de ella). Y todos los medios no dedicados a tareas de mera mamporrería cultural se habrían apresurado a solicitar una entrevista con este testigo de excepción (y de excepciones) para profundizar, ampliar y enriquecer su visión. Pero como estamos en España ha pasado mayormente desapercibida.

Javier Elgorriaga fue diputado del Partido Socialista e impulsor del Foro de Ermua. Y dice cosas tan `tenebrosamente claras´ como estas:

—«Lo de Miguel Ángel Blanco estuvo a punto de terminar con el nacionalismo, yo nunca he visto algo igual en Bilbao». La derrota no ocurrió por «el PNV y por la traición del PSOE».

—«Llegó a tal punto el rechazo que por primera vez se asaltaron herriko tabernas. La sociedad dijo hasta aquí hemos llegado». En esos días «por primera vez el miedo cambió de bando» y que ETA, su entorno y los nacionalistas vascos «estaban aterrados».

—Veinticinco años después, Elorrieta dice que Pedro Sánchez es «la culminación de la degeneración política». «El sanchismo no tiene fuste ideológico. Sánchez es un delincuente político, es un tipo que miente tanto que ha llegado el momento en el que genera más estupor que irritación».

—ETA ya no mata, pero «el proyecto por el que asesinaba sigue vigente» y ese sentido subraya que dar la «batalla cultural» es «fundamental». Para ello, hay que «conseguir borrar del mapa a los asesinos de ETA, que no se les considere como héroes, sino como asesinos porque lo que ha hecho ETA es un genocidio».

Difícilmente se puede decir más con menos palabras.

En la próxima entrega, explicaré por qué, desde mi punto de vista, el PSOE no quiso la derrota de ETA ni mucho menos del nacionalismo. Siempre si el tiempo y Mark lo permiten.

2022-07-11

MIGUEL ÁNGEL – 7

EL HUEVO DE LA SERPIENTE

¿Por qué esta actitud tan indigna y felona del PSOE (ver entrada anterior)?

He aquí una explicación temático-cronológica:

—En 1996 se produce la primera victoria del PP en las elecciones generales, después de 14 años de gobierno del PSOE. Desde 1982 hay una regla infalible: en cada elección, el PSOE saca menos votos que en la anterior (esta ley entrópica solo se detendrá en 2004 con los atentados del 11M).

—El PSOE no solo comprende el papel bisagra que juega el nacionalismo en el sistema, sino que decide fomentarlo porque comprende que es la clave para poder seguir gobernando frente a la pujanza que mostraba el PP.

—La percepción que existía en el socialismo es que el centralismo del PP (o de sus bases, ¿recuerdan el «Pujol, enano, habla castellano»?) siempre haría más difícil el entendimiento de este partido con fuerzas separatistas (proclives al secesionismo, o a la gestión del secesionismo, para extorsionar más y mejor al Gobierno central). «Es bueno que exista el nacionalismo» —piensan en Ferraz. Y vaya si han sido `adeste-fideles´ a ello. (Y no es necesario añadir que en esa caída `ad ínferos´ han ido arrastrado al PP).

—En las elecciones autonómicas en el País Vasco de 2001 hubo una ilusionante campaña en la que PSE y PP llegaron a contemplar la posibilidad de una candidatura conjunta (gracias, Nicolás Terreros, María San Gil, Mayor Oreja por estar a la altura de las circunstancias). No había democracia en el País Vasco (y mucho menos la hay ahora) y esta conjunción era la respuesta correcta, la que hacía falta dar. Entonces, el plenipotenciario Felipe González, en un mitin (no recuerdo si en Bilbao), dijo con total claridad ante toda la parroquia socialista: «No te equivoques, Nicolás, nuestro aliado natural es el PNV».

—La cosa empeora con ZP, que nunca supo/quiso desprenderse del olor a pólvora que le aupó a la presidencia. ZP, como confesaba `off the record´ (o eso pensaba él) a Iñaki Gabilondo, «nos conviene que exista tensión». Y también les convenía que una fuerza abertzale radical como Batasuna tuviera presencia significativa en el mapa político. La razón es muy sencilla: era inimaginable que el PP pudiera pactar nunca con ellos (con el PNV no dejaba de existir esa posibilidad, aunque su primera elección fuera el PSOE). Es decir, se trataba de asegurarse un comodín electoral: o con nosotros —la única fuerza que puede gobernar y hacer concesiones— o con nadie. Es natural que muchos nacionalistas radicales vascos y catalanes lamentaran haber desperdiciado sus legislaturas sin haber sacado el partido que prometía (no sabían entonces que el destino les iba a deparar una segunda oportunidad mejorada: ¡Pedro Sánchez!).

[Breve digresión: sinceramente, espero que algún día ZP tenga que rendir cuentas ante la Justicia por las innumerables felonías que hizo para beneficiar a ETA (incluso implicando a otros países, como el chivatazo que, según los papeles internos incautados, dio a la organización terrorista de la operación que preparaba Francia contra su cúpula asesina). El objetivo era muy claro: evitar una derrota de ETA; sobre todo, una derrota policial. La disolución tenía que ser producto de un pacto, un pacto con letras de cambio a cobrar `ad futurum´].

—Cuando irrumpe Podemos, la ventana de Overton se desplaza aún más hacia los bordes secesionistas. [Otro inciso: ¿qué hubiera sido de Podemos sin estos devaneos con el separatismo y la violencia política? Es evidente el servicio que han prestado a la causa, tan evidente como el perjuicio a su causa, a la que decían defender. ¿Cómo se explica esto?]

—El relato que va poco a poco triunfando es más o menos el siguiente: partidos como Bildu (o, mutatis mutandis, ERC) representan un sentir profundamente democrático, además de una exquisita sensibilidad de izquierdas; es cierto que a veces no han sabido elegir el camino más adecuado, pero ello se debe también —o sobre todo—a la brutalidad del Estado policial que no les ha permitido otras opciones. Actualmente, gracias a la labor de Gobiernos centrales realmente democráticos, se les ha permitido encauzar sus reivindicaciones por vías pacíficas, y ellos de manera ejemplar —ya saben, Otegi como `hombre de paz´ para Iglesias y Zataperro— han tomado ese camino.

En todo lo anterior no hay ni un átomo de verdad. Pero es la versión criminógena y oligofrénica que se ha impuesto. De ahí, la importancia y gravedad del pacto con los filoetarras en la nueva ley de memoria democrática. Ayer me recordaba un amigo de por aquí cómo Carlos Totorika contaba que, en un pleno del Ayuntamiento, una concejala etarra de Ermua exhortaba a pensar cuánto debía de sufrir Txapote para tener que hacer algo como lo que hizo con Miguel Ángel Blanco. Y para paliar tanto sufrimiento, ya saben, se dedica a hacer brindis con champán y a carcajearse del sufrimiento de las víctimas. Será por sobrecompensación defensiva ante la congoja que le carcome. España es el país en que pueden oírse este tipo de burradas, en el sentido amplio de la expresión (necedades con coz incorporada), como si fueran normales.

—Así planteadas las cosas, es normal que hayan tenido que hacer mutis por el foro personas de la entereza y firmeza democrática de María San Gil o Nicolás Redondo y, paralelamente, hayan empezado a ocupar la escena los Borja Semper, los Patxi López, los Maroto o incluso el reflotado Odón Elorza, flor de la raza bidé.

—En junio de 2018 cae el Gobierno de Rajoy. La clave, una vez más, está en el PNV. En perfecto cumplimiento de todo lo anterior, este partido, que acaba de obtener unas ventajas económicas sensacionales (cuponazo vasco) en los presupuestos del Gobierno del PP, cambia de pareja en pleno baile y vuelve a echarse en brazos del PSOE (un partido muy conservador que, a pesar del botín prometido, prefiere a un partido progresista; hmmmm, suena raro, ¿no?). Se inicia el engendro Frankenstein, en el que cualquier distinción entre el material cadavérico y el orgánico se torna más que problemática.

He aquí el escenario desde el que se comprende la situación actual. Pedro Sánchez no ha hecho más que sacar toda la tajada posible con la audacia, la indignidad y la desvergüenza que le caracteriza.

Y no creo exagerar cuando digo que el futuro de este país depende, en gran medida, de la demolición de este discurso de mierda y de mierdas que actualmente lo impregna todo.

Que por nosotros no quede.

2022-07-11

MIGUEL ÁNGEL – 8

¿PODÍA HABERSE EVITADO?

Esta es una cuestión que vuelve de manera recurrente. También la he encontrado por ahí en estos días aniversarios. Recuerdo que ya por aquellas horas terribles lo planteó Francisco Rico en `El País´: había que ceder a la extorsión etarra para salvar una vida humana.

El principio político invocado no puede ser más noble: la supremacía del individuo frente a cualquier entidad colectiva; sin embargo, la prescripción no puede ser más desafortunada. En primer lugar, porque desplaza, aunque sea mínimamente, la responsabilidad total sobre los miserables asesinos y sus secuaces, y en segundo lugar, porque este voluntarismo buenista nos lleva directos al suicidio humano, social y político.

Si el secuestro del tercer concejal de un partido en un pueblo pequeño (objetivo facilísimo donde los haya) puede provocar el cambio de la política penitenciaria del Gobierno, solo hay una cosa segura: van a venir muchísimos secuestros y asesinatos más. De hecho, ya lo avisó el dirigente de Herri Batasuna (ya saben, ese partido que nada tiene que ver con ETA), Floren Aoiz, que anunció ante el jolgorio colectivo por la liberación de Ortega Lara: «Después de la borrachera viene la resaca» (por cierto, dos semanas después del asesinato, seguía insistiendo en el acercamiento de los presos: «Ahora no se puede pretextar que hay chantaje»; sin duda, hay sensibilidades humanas más finas en el más humilde coleóptero coprófago). Cuando son millones las víctimas potenciales que le eran «útiles» a ETA en su contabilidad macabra —recordemos, por ejemplo, el atentado de Hipercor—, era extremadamente sencillo generar terror y conmoción con una infraestructura mínima.

De hecho, la convicción etarra que les llevó a asesinar masiva y persistentemente no fue el odio invencible sino el espíritu inversor (en el doble sentido). ETA dudaba de cuántos muertos serían necesarios para que el Gobierno cediera, pero en ningún momento vacilaron acerca de que el camino era ese y solamente ese. Solo cuando se convencieron de que ninguna cifra les permitiría lograr sus objetivos (por la firmeza que mostró la democracia entonces) cambiaron de estrategia, es decir, por puro pragmatismo y no por rechazo sobrevenido al derramamiento de sangre. En ese sentido, Bildu no es más que la continuación del terrorismo por otros medios. En lo demás, es igual a ETA (a veces incluso con las mismas personas: actualmente 23 representantes de Bildu han pertenecido a ETA, como Otegi, y otros, como su portavoz en el Congreso, fue condenada por enaltecimiento de ETA). E increíblemente les está saliendo bien.

Rubalcaba nunca fue un político de mi agrado (me sobran los motivos para la desafección), pero tiene una frase que merecería ser grabada en el frontiscipio del Congreso, al modo de «Nadie entre aquí que no sepa Geometría» de la Academia platónica. La frase dice así: «Quien echa un pulso al Estado, lo pierde». Un mensaje tan elementalmente luminoso como desmentido por nuestro Gobierno de esperpento y serpenpento.

Una vez más: ante el terror solo cabe la firmeza democrática, no ceder nunca lo más mínimo ante la violencia, por devastadora que esta sea. Entre muchos motivos, porque es el camino más corto para acabar con ella.

Por otro lado, pocas políticas estaban (¡están!) más justificadas que la dispersión de los presos etarras. ¡También por razones humanitarias! La única posibilidad de reinsertarlos en la humanidad pasaba (y pasa) por desarraigarlos de la sociedad enferma que jaleó y aplaudió sus crímenes. Cuanto más lejos del País Vasco, mejor; y cuantos menos presos etarras tuvieran por compañeros, también mejor (un amigo funcionario de prisiones me contó que jamás se relacionaban con los demás presos, a los que despreciaban como `chusma egoísta´). La política de dispersión provocó —condición necesaria pero no suficiente— que alguno se quedara a solas con su conciencia y con sus actos, y renegara del horror (paradójicamente estos, que son los únicos con los que tendría sentido ejercer cierta generosidad, no reciben homenajes cuando salen de prisión e incluso tienen que irse del País Vasco como si fueran apestados… apestados no por lo que hicieron sino por lo que dejaron de hacer; el mundo al revés).

Tampoco es necesario comentar que ningún derecho de acercamiento, o de cualquier tipo más allá del estrictamente penitenciario, puede ser apelado por aquellos que han decidido participar en una organización terrorista (resulta hasta ridículo leer quejas como la de hace unos días cuando un indignado representante bilduetarra ponía el grito en el cieno porque un familiar de etarra tuvo un percance automovilístico al visitar a su hijo asesino en una cárcel de Asturias, ¿cabe mayor atropello e ignominia?; como se ha dicho tantas veces, ciertamente visitar al hijo asesinado en el cementerio del pueblo supone un viaje mucho más corto). Que esto se haga sin contrapartidas (con centenares de asesinatos por esclarecer) y sean recibidos con homenajes populares cuando retornan a las calles, las mismas calles en las que a menudo transitan los familiares de sus víctimas, es algo sumamente indigno y políticamente ininteligible (en el sentido noble de política).

Termino con una anécdota: el hijo de Adolfo Suárez contaba cómo su padre, en los años en que ETA intentaba dinamitar la democracia incipiente (¡esta es la verdadera realidad histórica!), le cogió un día por el hombro y le enseñó una carta de ETA en la que le amenazaban con secuestrar a su hijo. La organización tenía infraestructura de sobra para llevar a cabo ese secuestro (recordemos cómo llegaron a atentar contra el presidente Aznar), pero Adolfo Suárez se negó a que su hijo quedara durante su pubertad encerrado en La Moncloa. El líder de UCD nunca fue una inteligencia excepcional, pero sabía perfectamente lo que estaba en juego. Le explicó a su hijo que, si ETA ejecutaba la amenaza, el Gobierno no pagaría, no podía pagar, el rescate y terminó con estas palabras, tan terribles, tan juiciosas: «No permitas jamás que te lleven vivo».

2022-07-12

MIGUEL ANGEL - 9

SOBRE EL ACTO DE HOMENAJE (Primera parte)

Pedro Sánchez: "Si hoy España y Euskadi son países libres..."

Apenas si vi algunos momentos del acto de homenaje, que el estómago no da para todo. Pero lo que pude ver, o he sabido luego, me ha parecido repulsivamente significativo. Empecemos con fosfeno Sánchez.

Ni siquiera en un contexto como este, Pedro Sánchez ha dejado de ejercer de sí mismo, signifique lo que signifique esta infecta ensimismidad.

En su discurso hizo referencia a que «hoy Euskadi y España son países libres y en paz». Nos deja en la duda de si él preside solo uno de ellos o los dos. Poco después habla de «la sociedad vasca y la sociedad española». Además, `Euskadi´ es el nombre que se inventó Sabino Arana para su delirante y xenófoba patria vasca. Otro guiño a la siniestra.

Algún socialista despistado (y es lo más generoso que hoy día se puede decir de un votante del PSOE) me indica que «habrá sido un error.» Lo cierto es que puede observarse perfectamente en el vídeo del acto que Sánchez estaba leyendo. Y la cuenta oficial tuitera del PSOE incidía en lo mismo: «la ciudadanía vasca y española».

Por eso resulta muy pertinente la pregunta de Ayuso sobre este particular: «Ahora que el presidente del Gobierno diferencia a España y País Vasco como dos países, me gustaría saber a cuál pertenecía Miguel Ángel. Si le mataron por ser un vasco incómodo o un español valiente».

El único consuelo ante esta pleamar de la indecencia es que los padres de Miguel Ángel Blanco, que tantas vilezas sufrieron en vida, al menos de esta se libraran.

2022-07-12

MIGUEL ANGEL - 10

SOBRE EL ACTO DE HOMENAJE (Segunda parte)

«Miguel Ángel, tú no tenías que estar aquí»

—Solo pude escuchar la parte final de la intervención del rey, pero no oculto mi decepción por la frase alusiva a las víctimas: «merecen permanentemente nuestro respeto y nuestra máxima consideración». ¿Tan provocador hubiera sido hablar de `justicia´ o de `esclarecimiento de todos los crímenes´? ¿No merecen eso también las víctimas? ¿No son acaso víctimas los familiares de los asesinados?

—Marlaska prefirió estar en el orgullo antes que en el homenaje a Miguel Ángel Blanco, una manera como cualquier otra de reconocer que se siente LGTB+ (y otras cosas) antes que ministro del Interior (recordemos que ETA mató a casi cuatrocientas víctimas de las fuerzas de seguridad que él lidera).

—Urkullu, con ese tono de cura preconciliar que le caracteriza, habló de que «la violencia fue injusta», o sea, como perder un partido en el que has jugado mejor que el rival; una lástima, vaya. Por supuesto, se abstuvo de señalar a ningún responsable de la injusticia que aconteció como nos acontece esta ola de calor. Todas las posibilidades abiertas; en todo caso, metiendo un poco el dedo en el ojo a Bildu, al que le quiso hacer una autocrítica, no vaya a continuar su ascenso electoral.

—Por último, me parece muy desafortunada la elección de «El cant dels ocells» como música de cierre del acto. Se trata de una canción popular catalana que adaptó para violoncelo Pau Casals (esta fue la versión interpretada en el acto, también con violoncelo). Esta canción saltó a la fama cuando Casals la interpretó en la sede de la ONU. En el mismo momento y lugar impartió una conferencia pletórica de mentiras, fantasmagorías y delirios nacionalistas (el primer parlamento del mundo fue catalán, el origen de la ONU era catalán, Cataluña fue la nación más grande del mundo, Franco contra Cataluña, blablabla). En definitiva, el acto de homenaje a Miguel Ángel Blanco se cerraba con un símbolo de la misma patología que lo mató.

Pero, si somos un poco serios, no cabe la sorpresa. ¿Quién puede creerse un homenaje a alguien en una tierra que ni siquiera mostró voluntad de respetar sus restos mortales?, ¿una tierra que obligó a sus padres a trasladar sus despojos, con un dolor que solo cabe nombrar como infinito, a un pueblecito de Galicia (del que probablemente muchas veces, en silencio, maldecirían haber salido)?

2022-07-12

MIGUEL ÁNGEL -11

CUARENTA Y OCHO HORAS EN UN MALETERO, MANIATADO Y AMORDAZADO

“Txapote” y los dos días de agonía de Miguel Ángel Blanco en el maletero de un coche

Este es un detalle poco conocido (¿por qué será?): las 48 horas del secuestro las pasó Miguel Ángel Blanco amordazo, maniatado y dentro de un maletero, algo que cabe describir objetivamente como tortura. Esta es, al menos, la hipótesis que manejan los expertos antiterroristas que trabajaron sobre el terreno para intentar localizarlo (ver noticia adjunta). Y viene avalada por el médico que realizó la autopsia.

Los dos autores de la acción criminal que siguen vivos (Txapapote y Txapapota) nunca han colaborado con la justicia, lo cual no ha supuesto el menor impedimento para obtener todos los beneficios penitenciarios desde que Pedro Sánchez accediera a la poltrona (o para que accediera a la poltrona, quizás mejor dicho). Una de las primeras marlaskadas fue precisamente sacar a Txapote de la celda de aislamiento y trasladarlo a Estremera, a pesar del informe claramente negativo de la dirección de la cárcel. Como no es bueno que el hombre, ni aun homínido, esté solo, hasta allí trasladaron también a su pareja, Irantzu Gallastegi, copartícipe del secuestro con asesinato a cámara lenta de Miguel Ángel.

Ambos han mostrado siempre una actitud chulesca, insultante y agresiva; incluso critican a la izquierda abertzale por su `terrorismo cobarde´ y muestran su añoranza de los tiempos duros de ETA (probablemente echen mucho de menos el olor a Goma-2 por las mañanas). El reguero de sangre que han dejado tras de sí es impresionante. Txapote parece especializado en crímenes políticos (Miguel Ángel Blanco; Fernando Buesa y su escolta, Jorge Diez Elorza; Fernando Múgica; Gregorio Ordóñez; José Luis López de Lacalle…). Quizás como la mejor manera que ha encontrado de saciar su sed de holocausto y sangre, pues también implica atentar contra la voluntad popular que los eligió.

Dentro de nueve años quedará en libertad.

2022-07-12

MIGUEL ÁNGEL – 12

RAÍCES PROFUNDAS

Qué cuestión más peliaguda y escabrosa plantea aquí Pedro Insúa. Sin embargo, como hemos convenido en esta serie no rehuir ninguna cuestión controvertida o fronteriza, también nos ocupamos de ella. El tuit de Insúa me recuerda algo que me decía un coronel del ejército hace ya muchos años: «si alguna vez tocan a uno de los míos, no me busquéis, estaré en el País Vasco pegándole dos tiros a Jon Idígoras». Reconozco que yo no fui entonces capaz de objetarle nada (en aquellos tiempos, no había semana —¡semana!— sin cosecha fúnebre etarra).

Una aclaración antes de seguir: nada tiene que ver esta actitud con una guerra sucia organizada desde el Estado (que, además de incompatible con sus funciones más elementales, solo sirvió para proporcionar la munición que más escaseaba en ETA: la munición moral).

La única solución democráticamente aceptable fue la que expresó en su día Aznar: «solo con la ley pero con todo el peso de la ley». Sencillamente no hay otra alternativa posible en una sociedad mínimamente civilizada. Y es justo reconocer que Mayor Oreja lo hizo de manera ejemplar: yugulando todas las fuentes de financiación del entorno abertzale y persiguiendo con ánimo paciente y constante su actividad poli-delictiva (que culminó con la ilegalización de Herri Batasuna). ETA acabó aquí. También su final fue debido a las movilizaciones ciudadanas (promovidas por asociaciones tan excepcionales y con gente tan excepcional como ¡Basta ya!) y a la aparición en escena del terrorismo islámico, que hizo perder todo caché revolucionario a las bombas (y es que cierta izquierda siempre ha estado preferentemente atenta a lo `cool´, a lo `divin´ y al `supremacist style´).

Pero las reglas del juego electoral establecidas en España hacían muy difícil el mantenimiento de esta firmeza. Con el tiempo, ni siquiera el propio PP se mantuvo fiel a ella. Resulta más que plausible la acusación de García-Trevijano a Rajoy de prevaricar por su actitud consentidora en Cataluña (Mariano —y no digamos Soraya— siempre fue consciente de que descontentar al nacionalismo le podía costar el cargo, como finalmente ocurrió). Cayetana pidió por ello perdón… y desencadenó la furia cainita en el seno del partido.

Planteémoslo de esta manera: si el sistema establecido no protege siquiera tu vida y te obliga a vivir bajo la coacción permanente de unos facinerosos, ¿no queda uno exento de las obligaciones del contrato social? Una cosa sí tengo clara: mucho peor que una guerra civil es una situación en la que una parte mata y la otra —que ni siquiera tenía conciencia de ser parte de nada y solo quería vivir en paz— se limita a proporcionar los futuros cadáveres.

Iñaki Viar, psicoanalista que perteneció a ETA en sus inicios y luego rompió con la organización (en aquellos tiempos todavía era posible hacerlo sin que te hicieran `un Yoyes´), comenta cómo, cuando se supo la noticia de que habían asesinado a Miguel Ángel Blanco, los ciudadanos se resistían a marcharse a casa; temían que si lo hacían «todo volvería a ser como antes». «La gente no solo había expresado su ira contra ETA sino su indignación contra unos partidos y unos políticos cuya principal actividad consiste en buscar excusas para no enfrentarse a ETA. Esa resistencia psicológica a irse a casa reflejaba su temor a que, si abandonaban la calle, su protesta sería desactivada por los partidarios de las componendas con el mundo de HB».

Y eso fue exactamente lo que ocurrió. En mi opinión, una de las maniobras más sucias, infames y aleves que han existido en toda la historia de España. No solo corría riesgo la supervivencia de ETA, también su brazo político estaba amenazado de desaparecer. Y el PNV comprendió que lo siguiente sería la desacreditación de la ideología que los parió (de la misma manera que el horror provocado por los nazis acarreó el abandono absoluto de la teoría nacionalsocialista).

Por otro lado, la existencia de ETA había supuesto una vía caudalosa para la obtención de privilegios y favores (ya saben lo del árbol y las nueces). El PNV acudió, pues, al rescate. Sintieron pánico de que el «españolismo» pudiera hacerse con el poder en el País Vasco y no dudaron en acercarse a los proetarras, ofreciéndoles una salida más que digna: los acuerdos de Estella se firman el 12 de septiembre de 1998, apenas quince meses después del asesinato de Miguel Ángel Blanco. «Operación: salvar al `soldado´ etarra», no solo salvarles la vida sino, sobre todo, el sentido de su lucha asesina: salvar el relato etarra. Les iba la hegemonía política en ello. Por cierto, ¿conocen un solo caso, no ya de asesinato, sino de acción violenta o intimidatoria contra alguien del PNV? No se molesten en buscarlo: no existe.

Y el PSOE, temeroso de perder estos comodines electorales, no tardó en sumarse: cuatro años después del crimen de Ermua, Nicolás Redondo Terreros se ve obligado a dimitir como líder del PSE al sentirse —según fuentes próximas a él— «solo, con una carencia de apoyo por parte de la dirección del partido en Euskadi y también en el ámbito estatal, concretamente en Ferraz». Unos meses después, anunciará su abandono total de la política.

Y el miedo y la miseria (rebozada a menudo de prosperidad material) hicieron las veces de Circe para convertir a aquellos ciudadanos insumisos, que querían quemar las sede de Herri Batasuna, en los mansos y porcunos ciudadanos de hoy.

2022-07-12

MIGUEL ÁNGEL - 13

PAISAJE DESPUÉS DE LA BATALLA

ETA mató a destajo pero no indiscriminadamente. Mató para conseguir un escenario parecido al actual (no del todo satisfactorio, pero infinitamente mejor para ellos del que hubiera habido sin pistolas).

Esta es la triste verdad, la verdad que ofende, que nos desmiente —no solo a los vascos sino a todos los españoles— como ciudadanía democrática. Por eso resulta tan lamentable reducir la muerte de Miguel Ángel Blanco a mera `sentimentalización´ (y algo de eso hubo, si no me equivoco, en el discurso del rey). Es preciso subrayar el significado político de su muerte —lo asesinaron para avanzar en los fines políticos de un proyecto totalitario— y de la rebelión cívica que desató, mostrando a los políticos el rumbo exacto de la decencia.

Selecciono aquí un decálogo de hechos que revela un panorama desolador (si cabe hablar de ‘paz´, como hace el presidiente sánchez, solo podrá ser al estilo de la que rige en los cementerios):

—1. Los crímenes de ETA consiguieron alterar profundamente el panorama político. Pensemos en el asesinato de Gregorio Ordóñez, al que todos daban como seguro vencedor en las próximas elecciones municipales de San Sebastián. De tener un alcalde digno y valiente, como Gregorio, se pasó a tener al gollunesco y cómplice-perfecto Odón Elorza (y además durante décadas). ETA siempre celebró la `maestría´ de este tipo de atentados. Matar le salió rentable. Su actividad puede interpretarse como una campaña electoral permanente y asesina.

—2. Entre 100.000 y 300.000 vascos tuvieron que exiliarse del País Vasco. Estamos hablando de una orquilla que oscila entre el 5% - 15% de la población total. En el 2020, el PNV obtuvo una aplastante victoria en las autonómicas con 349.960 votos. Poco más hay que decir. Es una lástima que, si se consideran realmente un país aparte, no hayan promovido la posibilidad de votar desde el «extranjero» (o sea, desde otras partes de España) en las elecciones autonómicas. A lo mejor, la composición del Parlamento vasco sería muy distinta.

—3. Nunca ha habido unas elecciones libres en el País Vasco. En muchos lugares ni siquiera es imaginable que algún partido «españolista» pudiera dar un mitin o poner un cartel electoral. En otras ocasiones, acarrea violencias y apedreamientos masivos, como pudo comprobarse durante toda la campaña de 2020 con VOX. La intimidación también comparece a la hora de votar, en la misma sede electoral.

—4. La coacción sigue estando presente, a veces de manera activa (como en Alsasua) y otras de manera pasiva (complicidad y omertà). El menor desalineamiento con la ortodoxia nacionalista prescrita a sangre y plomo es calificada de «provocación» y legitima cualquier respuesta violenta: desde impartir una conferencia —estos días contaba Iván Vélez que su charla en Vitoria sobre la «memoria democrática» tuvo que estar `guardada´ por tres furgonetas de la policía— o pasear con un pin de la bandera de España. En estos sanfermines la izquierda abertzale se permitió nada menos que agredir al alcalde y a los ediles de Navarra Suma y PSN (los tres escoltas que llevaban resultaron heridos). Es el precio de no ser nacionalista… o de no serlo suficientemente. El texto de condena fue aprobado con los votos de Navarra Suma y PSN, mientras que Geroa Bai votó en contra y EH Bildu no se pronunció (moraleja: horda organizada no es igual a partido político). Añadimos solo un ejemplo más de un listado que podría ocupar espasas: el día del homenaje a su hermano Miguel Ángel volvió Marimar a Ermua. Iba bastante acompañada (incluso de periodistas), pero ello no fue obstáculo para que un energúmeno la increpara en plena calle: «¡Impresentable! ¡Vete de aquí».

—5. La dizque izquierda ha comprado desde siempre el relato nacionalista. Algún día hablaremos del artículo abyecto que publicó Cebrián en `El País´ celebrando el fracaso electoral de la vía Redondo Terreros / Mayor Oreja y la victoria del PNV. Pero, desde la irrupción de Podemos, el nivel de obscenidad ha alcanzado cotas insuperables (ya saben, Pablo Iglesias en herriko tabernas barbotando majaderías siniestras, hablando de cal viva en el Congreso, exaltando al `pacifista´ Otegi, legitimando las coacciones `populares´ o las kales borrokas y demás basura política).

—6. Un ejemplo de este vasallaje voluntario es la negativa de los líderes del PSOE, Podemos y Más Madrid a participar en el homenaje a Miguel Ángel Blanco en Madrid. Dicho acto no estaba organizado por el Ayuntamiento o la Comunidad sino por la misma Fundación Miguel Ángel Blanco, presidida por la hermana. No es fácil, en principio, acusar a esta Fundación de instrumentalizar a Miguel Ángel o de subordinarlo a intereses políticos bastardos. Pero si así fuere, que expongan con claridad las evidencias que les conducen a una conclusión tan tremebunda. Han preferido callar o, en algún caso, formular descalificaciones vagas, inconcretas. Esta ausencia revela, al menos, dos cosas: a) La subordinación totalitaria de cualquier individuo a la causa suprema que ellos dicen defender; b) La necesidad de dominar el relato y la puesta en escena.

—7. Las instituciones vascas están colonizadas completamente por el nacionalismo. Y actúan desde y para el nacionalismo. Un ejemplo de ello, entre muchos, es cómo se actúa respecto a la historia de ETA (al fin y al cabo, los etarras eran vascos que luchaban contra España). Lo contaba estos días Carlos Tortorika: los etarras siguen siendo considerados héroes. Otras veces lo que conviene es optar por la amnesia o el borrado histórico: el Ayuntamiento nacionalista compró el edificio donde estuvo el zulo de Ortega Lara y lo rellenó de hormigón para que nadie pudiera ver en qué condiciones infrahumanas estuvo recluido.

—8. No vamos a enumerar las sinecuras que han obtenido los etarras y su entorno del Gobierno central. No hay más que repasar la Ley de Memoria Democrática que se aprobará el jueves en el Congreso para comprender cómo la desvergüenza campa a sus sanchas. O el pésame que el presidente ofreció en el Congreso a los bilduetarras por el suicidio del etarra Igor González Sola.

—9. Actualmente Bildu avanza en el logro de sus objetivos. Está más fuerte que nunca y saca pecho de sus conquistas «sociales». Y la única contención proviene del PNV, por estrictas razones de competencia electoral, no del PSOE o del Gobierno.

—10. Estos días se ha difundido una imagen de Yolanda Díaz besando a Mertxe Aizpurua, la portavoz de Bildu en el Congreso. También hemos visto a esta portavoz junto a líderes del PSOE. La foto con ella no «quema». Por eso conviene recordar que esta persona fue editora del periódico Egin. «Egin apunta y ETA mata» —decía Gregorio Ordóñez antes de ser apuntado por Egin y asesinado por ETA. También fue fundadora del diario Gara, con la misma vocación de servicio a ETA (en realidad, parte de su organigrama). Y fue condenada a un año de prisión por enaltecer y apoyar el terrorismo. Es decir, ni siquiera tienen que molestarse en buscar un perfil mínimamente homologable con la decencia personal o política. Y es que en España hemos cambiado la fraternidad hacia Blanco por la pasión hacia el blanquear. Y así nos va.

2022-07-12

leer más...